Tras estos últimos días de rarezas, os traigo otra más para cerrar la semana. Una rareza que enlaza dos de mis mundos y que, cuando la escuché por primera vez hace un par de meses, me llenó de nostalgia, pero de la buena. Se trata de un grupo gallego de la movida cantando en italiano. Golpes Bajos. Come prima.
Come prima…como aquel verano del 89 del que apenas conservo un par de recuerdos concretos, pero del que sigo manteniendo certezas y amigos, algunos de ellos forjados a lo largo de muchas risas y lágrimas compartidas a través de los años y otros que se mantienen pese al tiempo pero, sobre todo, gracias a esa intimidad mágica y acelerada que solamente se puede conseguir a los 14 años a 1790 kilómetros de casa. Sólo el que lo vivió lo sabe.
Madre mía,nunca imagine a un Germán coppini tan clásico y romántico!! A mi también me ha venido a la cabeza es verano…..jjjj
Cuando vi esta versión flipé…me trajo tantas cosas a la cabeza. Primero a la curricha, allá por el 89, presumiendo de “galleguismo” – cuando yo venía de pasar un mes increíble en Inglaterra con una gente que aún forma parte de mi vida – y de aquel chispazo en la sala surgió todo lo que luego ha sido y es. En fin, como digo en la entrada, fue nostalgia de la buena, una catarata de sensaciones extremas.