Hoy mientras buscaba para una de mis clases algún artículo sobre las costumbres españolas que más sorprenden a los extranjeros, encontré varias opiniones interesantes que venían sobre todo de mujeres americanas, pero no encontraba ninguna opinión de italianos..hasta que la encontré. Y fue en los comentarios a un artículo lleno de obviedades, porque hoy en día, en mi opinión, lo que pone el termómetro a la realidad no son los artículos escritos a veces con desgana por periodistas mal pagados, sino los comentarios que a esos artículos hace la gente de a pie y que se lo toman como algo personal. Así, uno de esos comentaristas anónimos hablaba de un país precioso lleno de gente embustera y con pocas ganas de trabajar. La verdad es que aunque el comentario venía de un italiano que llevaba tres años viviendo en España, me quedó la duda de a qué país se refería, si a éste o a aquel. Y es que a veces lo que más nos crispa de los demás, son nuestros propios defectos. Ahí lo dejo…¡con uno de los limones de mi limonero!
¡Jajaja! Desde luego “da che pulpito viene la predica”! Acabo de descubrir tu blog. Llevo 14 años viviendo en Roma y me hubiera gustado hacer algo así. En Roma no te faltará nunca inspiración, está llena de lugares por descubrir 🙂