Y hoy escribo mientras, como buena romana, me tomo un Crodino, en vaso grande y con mucho hielo. Para saber lo que es un Crodino, mirad la foto y luego buscad en la Wikipedia, porque lo importante de este post es que…¡ya tenemos casa!

En realidad es una de las primeras que vimos, pero por entonces yo aún era un alma cándida, y pensaba que una casa grande, rehabilitada y en el centro me iba a estar esperando a mí, precisamente a mí. Ay, pobre criatura, bendita inocencia. Pero, consciente como soy ahora de la realidad del mercado inmobiliario en este país, me quedo con pájaro en mano y escojo la casa mona y con una distribución normal – con tres habitaciones, tres baños (que salen o de un pasillo o de una habitación, no de sitios extraños como una cocina o un armario), una cocina grande (con sus muebles de cocina, su mesa de cocina e incluso sus electrodomésticos de cocina) y un salón y una terraza. Y vale, que no será el palacio de Quirinal, pero ya sabéis que os haremos hueco cuando lo necesitéis (que algún desaprensivo 😛 ya ha insinuado que la hemos escogido no muy grande para así no tener que alojar a los amigos).
A mí en un principio, lo que no terminaba de convencerme era el barrio, que es un barrio céntrico, pero no en el centro histórico (por el tráfico infernal), ni en Prati (que ha resultado ser muy ruidoso), sino en una zona que…muy elegante, sí, sí, muy intelectual, sí, sí, a poco más de veinte minutos andando de Piazza España, sí, sí, pero…sinceramente, a mí me parece un barrio conservador y de viejos y además se llama Parioli…¡¡ENCIMA!!. ¿¿Eso significa que a partir de ahora (sin suspicacias con el complemento circunstancial de tiempo, que os conozco) nos hemos convertido en “pariolos”??
Y luego están los propietarios (una pareja un poco pija – ella notario, él sus negocios) que vive justo en el piso de encima y el hecho de que hayan contratado a un decorador para amueblar el piso…¡¡obviamente no creo que sean conscientes de la capacidad de destrucción que tienen mis dos pequeñas mascotas, para los que, en mi opinión, los muebles de ikea hubiesen sido exclusividad artesana de lujo!!
Aunque lo mejor es cuando, mientras firmábamos, nos han dicho que han acudido a un diseñador de exteriores para arreglar la terraza y a un jardinero que vendrá una vez al mes para mantener las plantas y árboles delicados. ¿Delicados? Pero si a nosotros se nos mueren los cactus. Y además…”per l´amore de dio” (traducción libre)…¡¡si la terraza sólo tiene 35 metros!!.
Pero en fin, en todo caso, y definitivamente…ya tenemos casa…nos mudamos el lunes…y además, como podéis comprobar, el barrio nos va como..(¡.ejem!)…como anillo al dedo :D.
Me alegro! Ahora ya si que empezarás a sentirte “como en casa”. Hoy es la primera vez que te leo y aparte de alegrarme por lo dispuesta que estás a disfrutar de esta aventura qué decirte, que me das mucha envidia sana y tú lo sabes! Yo me enamoré de Roma hace ya 20 años …
Pues yo al amor con roma he llegado tarde pero con intensidad. Me encanta y sé que te encanta. Aquí te espero, bella.
Elena acabó de descubrir tú blog. Me alegro mucho de que ya hayas encontrado casa o te hayas conformado con ella. Lo importante es que estés a gusto. Seguiré tú blog con emoción. Un beso.
Gracias guapa. Besitos.
¡Enhorabuena! Disfruta de tu nueva casa y con lujo. Ya nos contarás tus aventuras con tus nuevos vecinos. Besos
Lo que es un lujo es el vodevil de Guadarrama…no creo que aquí encuentre unos vecinos tan peculiares (algunos para lo bueno, otros para lo malo). Se os echa de menos…Besos.
¿has escrito “más vale pájaro en mano”?¿Tu marido tenía razón?¡ay Dios! esto te lo recordará cada vez que tengais disparidad de criterio,je,je. Me alegra un montón y por las habitaciones no te preocupes, si vamos en verano podremos hacer vivak en la terraza
Pero si todo es mentira…él vende la moto de que soy yo la que manda, pero la que termina cediendo siempre es la menda. ¡¡Ay…qué engañadas os tiene con su cara de niño bueno!!.
En relación con la casa provisional, lo que sí que hemos ganado es tranquilidad…no se oye ni un ruido. Los vecinos seguramente han perdido precisamente de eso con nuestra llegada, jaja.
Y hueco, ya te digo, que para vosotras siempre hay. Aún no he llamado a tu amigo, igual intento contactar con él para este fin de semana. Ya te contaré. Besos.