Hoy el Senado italiano ha aprobado la expulsión del Parlamento – tras permanecer veinte años consecutivos en él – de Silvio Berlusconi, después de ser condenado a cuatro años por fraude fiscal. En realidad Berlusconi no irá a la cárcel ni un sólo día, por ser beneficiario de una amnistía y por tener más de 70 años, pero pierde la inmunidad judicial. Eso sí, mientras todo esto pasaba, el centro de Roma se colapsaba: calles cortadas, más policía y carabinieri que nunca, cámaras de televisión a doquier y una multitud alrededor del Palazzo Grazioli – la vivienda de Silvio Berlusconi, un palacio del SXVI, en la misma calle del Palazzo Venezia, y que es para verlo por lo discreto, sencillo y accesible (!!). Y el caos se debía a que desde este lugar es desde donde Berlusconi ha dado un discurso para arengar a sus fieles, aludiendo al ataque personal que está sufriendo él y, consecuentemente, la democracia…
¡¡¿¿Están o no están locos estos romanos??!!
Yo creo que sí, que los romanos “estamos” un poco locos. Pero Roma, con romanos, o sin ellos, sigue siendo una maravilla…

Pues razón tendrás pero lo de Berlusconi quedará para la historia.
Supongo que junto a Neron, Caligula y alguno más de aquellos y alguno de los de después.
Que ejemplar de persona!!!
Que pena por Italia!
Hay maneras en las que igual es mejor no pasar a la historia…digo yo.