El día que hice público este blog la entrada narraba mi primera visita al Trastévere. Hoy, siete meses y muchas visitas a ese barrio después, me sigue pareciendo un lugar ideal para perderse entre sus calles, para comer en una de sus terrazas, para sentarse en las escaleras que hay frente a Santa María del Trastévere y para dejarte dorar por el sol (en caso de lluvia, para sentirte dorado, basta entrar en la iglesia). Hoy no doy más de mí…¡me tienen agotada!

Vas a tener q ir mas al gimnasio!jjjjj.q bonito todo y q rico todo y q buen tiempo…Dios gracias por estas fantásticas vacaciones y por esta gran amiga!
Después de esto…ración doble de gimnasio. Y eso que ayer no me dejasteis probar ese brownie…¡¡madre!!