Recién aterrizada apenas puedo añadir nada más a lo ya dicho durante estos últimos dos años. Como bienvenida, os dejo un artículo que leí hace solo unos días, que habla de la otra cara de Roma, más allá de la belleza de sus monumentos y de la bondad de todos esos placeres que esta ciudad entrega gratuitamente (o no). En este caso busca la cara cruel que también se puede vislumbrar en esta ciudad, incluso más allá de esos lugares oscuros que enseña el maravilloso Enric González.
http://www.elmundo.es/cultura/2015/08/21/55d06e4be2704e0b148b4574.html