Hoy amanecimos en Venecia y salimos, bien temprano a caminar por el centro, a ver el acqua alta, a reflejarnos junto a los grandes edificios de la plaza de San Marco.
Y también tuvimos la paciencia (al ser a primera hora de la mañana no es necesaria tanta) de esperar para entrar a la Basílica de San Marco…¡¡preciosa!!
Después reservamos un crucerito por estos tres pueblos-isla increíbles: Murano, Burano y Torcello. Nos ha gustado especialmente Burano con sus antiguas casas de pescadores pintadas de colores. Todo brillaba bajo el sol. El precio del crucerito es de 20 euros por persona (los niños a partir de 6 años pagan diez) y dura cuatro horas y media. Pero tiene los inconvenientes de los viajes organizados, sobre todo la limitación de tiempo. En Murano te llevan a visitar una fábrica de vidrio, muy interesante. En Burano y en Torcello te dejan sólo 50 minutos para explorar. En la última isla sobra el tiempo, pues es más bien agrícola, sin embargo en Burano falta…y mucho. Por eso, a posteriori, pienso que tal vez es mejor coger un barco normal que te lleve simplemente a la isla deseada y, si la diferencia de precio es muy alta, y sale mejor reservar este mismo crucerito que hemos hecho nosotros, lo mejor es aprovechar los 50 minutos en Torcello para comer y disfrutar los 50 minutos de Burano simplemente caminando y caminando entre las casas, las plazas y los canales.


