Esta tarde hice uno de los viajes más infructuosos desde que estoy aquí. He tratando de llevar a los bambini al cine, para volver una hora y cuarenta y cinco minutos después a casa sin haber conseguido ver la dichosa película. Al menos, mientras estábamos parados en un típico atasco cerca del Castello de Sant’Angelo, tuvimos la suerte de ver uno de los mayores espectáculos que puede ofrecer Roma, natural y gratuito por variar. Se trata de esas nubes que ondean en el cielo creando formas para que cualquier soñador pueda ponerles nombre, esas manchas oscuras que se deslizan entre el cielo sonrosado del atardecer como bellas olas, esas bandadas enormes de estorninos que, en su peregrinar hacia el sur, buscando tierras más cálidas ahora que aquí llega el invierno, tratan de atraer nuestra atención con sus increíbles acrobacias. Ya veis, tampoco ellos dejan pasar la ocasión de disfrutar un poco de esta maravillosa ciudad. Es una pasada…hasta que de repente empiezas a escuchar sonidos extraños sobre el coche, como si comenzara a granizar, aunque el cielo sigue perfectamente despejado y entonces una especie de baba amarillenta llena los cristales y da por finalizado el show. Supongo que se trata del precio del espectáculo.
Pero que bien transmites las sensaciones, jodia!!!😘😘
Gracias señora emprendedora. Tengo ganas de probar tus specia…lidades y de charlar un ratillo ¡claro!
Uy. De estorninos se yo mucho.en los parques de al lado de mi casa anidan miles,millones de ellos.es un espectáculo pero a veces dan miedo del de verdad,todo ese ruido cuando se esconden entre las hojas de los árboles es ensordecedor y después todo el otro espectáculo de los vuelos en bandadas!! Y lo q ya no es tan agradable son….los excrementos…jjj
Pues fíjate que a mí no me dan miedo. También es verdad que aquí vuelan tan alto que casi ni se les oye y no parece ni por asomo que te vayan a atacar.
Ayer estuvimos viendo un vídeo de estorninos en Menorca, y por casualidad, encontramos otro de Roma, y la verdad es que era hipnótico mirarlos.
Son chulísimos…luego ya cuando te manchas los cristales del coche (o lo que es peor, el abrigo) ya dejan de tener gracia.