Incluso en estos tiempos – en los que soy feliz de otra manera, que decía aquel – en los que no puedo desatarme al contaros todas las cosas que me taladran la cabeza, mis reflexiones absurdas, mis descubrimientos romanos y esas anécdotas de mi vida italiana, al menos sí que puedo pasearme y compartir con vosotros las increíbles imágenes que me sigue regalando esta ciudad más de 30 meses después.