Este momento increíble en el que estás dando un paseo por Villa Pamphlj con una familia amiga y te llama por teléfono otra familia amiga para invitar al ojazos a dormir esa misma noche; de manera que la familia con la que estás paseando se ofrece también, (y casi sin coacción) a llevarse a la rubia a casa “para que podáis airearos un poco”. Y en ese momento, aunque la realidad luego sea bastante diferente y se limite a una pizza y un paseo entre bostezos, te imaginas como Audrey Hepburn, melena al viento, recorriendo Roma en vespa. Ay 😛 . Por si acaso un día se hace realidad el sueño, ya voy recogiendo datos, como este precioso negocio de alquiler, que también es museo de la Vespa, está muy cerca de los Foros y se llama Bici&Baci (Bicis y besos).