Ésta de hoy es una iglesia que descubrí hace sólo un par de meses, pese a estar en una centralísima encrucijada de caminos, muy cerca del Centro Comercial Alberto Sordi, pero sin embargo, parece que pasas por delante de ella sin apenas mirarla. De esta iglesia ya se hablaba en el S.X, aunque la fachada actual data del S.XVI y también se la conoce con el nombre de Madonna del Pozzo, porque lo más peculiar de esta iglesia es la primera capilla a la derecha, ya que según reza un cartel informativo, donde hoy en día se encuentra esa capilla estaba en el S.XIII el establo del Palacio del Cardenal Capocci. Y en la noche del 26 al 27 de septiembre de 1256 las aguas del pozo que había debajo afloraron y lo inundaron todo, arrastrando una piedra sobre la que estaba dibujada la imagen de la Virgen. La piedra fue recogida por el cardenal y las aguas volvieron a su nivel. El Papa Alejandro IV verificó el milagro y colocó la imagen en el pozo de donde había emergido y desde entonces la Virgen concede su gracia a aquellos que beben devotamente el agua del pozo. Para beberla no hace falta más que acercarse al altar de la capilla y coger uno de los vasos de plástico que tienen allí y llenarlo con el agua del pozo que sale de un grifo junto a la roca. Es curioso. Otra de las cosas interesantes que tiene la iglesia es que al fondo, a la izquierda, tienen un Belén Napolitano, montado todo el año. Yo no conseguí encender la luz para ver todos los detalles de las figuras, pero igual vosotros sois más hábiles 😉