Lo mejor de Roma es la propia Roma, son sus lugares, los comunes, los que a todos nos enloquecen y los propios, los que cada uno frecuenta y que conforman nuestros recuerdos particulares y especiales. Lo mejor de Roma son sus monumentos únicos, sus calles empedradas, sus noches cálidas, sus lluvias intensas (que tanto se han echado de menos este último año), el olor a pizza y a café envolviéndolo todo. Lo mejor de Roma es que está en Italia, un país que lo mires por donde lo mires es strepitoso (en el sentido italiano, es decir, extraordinario, maravilloso, alucinante, asombroso, fantástico, pero también un poco en el sentido español, o sea, exagerado) y donde puedes encontrar todo lo que alguna vez soñaste. Por eso pasamos estos últimos ratos despidiéndonos de la Roma que todos conocéis…
Y también de esa otra que sólo es especial para nosotros…como la pista ciclista de Ponte Milvio o el lago Martignano.
Aunque lo mejor de Roma también es su comida: la pasta al dente, la salsa de tomate que hace de la parmigiana algo inolvidable, las pizzas de masa fina y pocos y escogidos ingredientes, el café intenso, el tiramisú cremoso, los gelati…¡¡ay, los helados!!
Lo mejor de Roma, como decía un amigo mucho antes de que yo supiese que iba a terminar viviendo aquí, es que detrás de cada esquina hay guardado un secreto, una sorpresa y un encuentro que podría cambiarte la vida.
comparto lo ultimo… detrás de cada esquina hay un secreto, hay algo guardado … Esa ciclo via en Ponte Milvio es por donde nosotros vamos igual en bici y mi esposo a trotar